jueves, 28 de marzo de 2019

Solamente soy pasto

Solamente soy pasto que intenta
crecer todo junto y a la misma
velocidad,
no dar mucho trabajo cuando alguien
venga a dar una mano
y emprolije el paisaje.
También pienso en la chica
que no acepta el otoño
y en el cielo que impone
su luz a todo el mundo.
Y en el agua dulce que empuja
desde muy abajo,
muy abajo de la tierra
corre agua dulce,
que empuja la vida para arriba,
y es tan difícil crecer todo junto
y a la misma velocidad.


martes, 16 de octubre de 2018

I

En un bondi que no avanza,
y mi miedo es
la pérdida de sentido,
que estas mil palabras
que acumulo, que llevo
de acá para allá
no tengan su oriente,
su dirección,
su oreja
bondadosa.
Una señora loca recién
en el colectivo
me hablaba sin parar
palabras sin sentido.
Un hombre gordo estaba
abajo, en la calle
hablándole a un auto
con una lata de cerveza en la mano
palabras que apostaría todo lo que tengo
a que no tenían sentido.
Y humanos
que acumulo
algunos tienen
su orientación,
su camino,
y otros la verdad
que no.
Igual quién soy yo para decirlo.
Pero mi miedo es ese,
que lo que tiene sentido para mí
no lo tenga
para nadie más,
y me pregunto
si el sentido no es
invento de la razón,
y si la razón no es
invento de esa parte
de la mente
que yo odio,
porque no sirve
para el amor.
Sea como sea, hablar
o escribir
a la nada,
al vacío,
a Lucifer
es algo que me da
mucho miedo.


II

Y todo este amor, que les tengo
a mis cuadernos,
esta fuerza
con que los agarro,
el lugar más lindo
de la casa
donde los guardo
y el lugar más sano
de mi corazón,
que es donde están,
no será
que les estoy inventando
a mis palabras
sentido,
menos desde la literatura
que desde el miedo?


III

Y eso de guardar
los cuadernos
en el lugar más lindo
de la casa
me recuerda algo que me dijo
una vez
un curandero
peruano:
el lugar donde tu gato
pasa más tiempo
es el mejor lugar
de la casa,
energéticamente hablando,
y es un buen lugar
para pasar tiempo vos también.
Así que en el lugar de mi corazón
donde descansan Boris,
el Lenny, Arturo, Astor, Simón,
Dominga, Rina, Luna y Lou,
y el gateado, y la yegua Lala,
es donde voy a hacer un lugar
para guardar lo que escribo.

jueves, 11 de octubre de 2018

Las cosas que debería
haberle dicho
a C
cuando por apurado
no me daba cuenta
de que la quería
ya se transformaron
en sueños incómodos
como el medio zapallo
que compré la semana pasada, y por apurado
nunca hice
se vuelve hongo que se vuelve bichos, tantas palabras
y todas
queriendo decir tanto, y yo
apurado, queriendo decirlas
todas juntas
como si no
fueran parte de mí si no
algo que otros
me prestan
un rato
para jugar
hasta que me aburra o se haga
la hora de comer.
Como no tengo memoria
me repito todo el día
las dos o tres frases
que quiero,
y mirando de reojo:
a la chancha
que papá me decía
es peligrosa,
no te acerques mucho
que te arranca
de un mordiscón
la mano
y me repito
porque memoria yo no tengo
oraciones,
dos o tres
que se tratan
de lo que perdimos
por ser tan educados,
de lo que dejamos al costado
del camino
por recordar tantas caras
y decirles hola
si las vemos,
de las veces que no
nos frotamos los cuellos
como animalitos,
pero la memoria vuelve y quedan
momentos
del pasado
como estatuas
y las frases
se van.
No puedo entender
a esa mosca
descosida
que se me apoya
en el pecho
y se va y gira
dos
tres veces
por el cuarto
por los libros
alrededor del cuello
de alguien que me gusta
y se me apoya en el pecho
y se va.

lunes, 24 de septiembre de 2018

Llegué a un lugar
en que ningún libro
me habla.
El sol brilla
atrás de un edificio
y pajaritos dicen
los probables caminos
de algún bicho.
Yo voy por el medio,
un poco borracho de tanto
querer a dos o tres personas,
pero me acuerdo de cuando
todos los libros
me hablaban
a mí
y ahora solamente me importan
los caminos que los pajaritos
les marcan a los bichos,
las frases de dos
o tres
amigos y amigas
durante el fin de semana
y el sol que sube, atrás
de un edificio.
Una fiesta, se hicieron
tantas emociones en mi cuerpo
durante la semana
que termina.
Una drogada y bailando,
otra vomitando en el baño,
dos que afuera
están a punto
de boxearse.
Y yo las miro
sin intervenir,
las dejo ser,
curioso
del amanecer
de cada una de ellas
y de cómo encararán
su domingo.

Las caras de los dos
en una olla que hierve,
la cara de él buscando
el tesoro
en la cara de ella,
el lugar
donde esconde
la guita,
el brillo
de lo blanco
del ojo,
la olla
que hierve
con dos caras
adentro.
En la cama, cada cual
con su libro, y en silencio.
Una palabra sola salió
de la boca de alguien,
no me acuerdo de quién.
Nos distrajimos, y nos miramos
y nos dimos un beso y nos quedamos
unos segundos mirándonos, y después miré el techo
y me di vuelta y miré la pared,
pensando
alguna pavada y vos ya habías vuelto a tu libro
así que yo también volví al mío.


Soñé que iba
sosteniendo una valija
en la mano derecha
por todas partes,
estaciones de tren, aeropuertos
y paisajes abiertos onda la pampa o un desierto
sosteniéndole la valija
a algo que no reconocí
en todo el sueño.
El otro día en una fiesta
flashié papanuel
y empecé a meterles md en la boca
a los desconocidos.
Todos me querían mucho,
eran como cincuenta chicos y chicas
que me querían mucho,
estábamos muy contentos.
Y contentas,
porque una chica también tengo yo adentro.
Ahora estoy sin plata
hasta dentro de diez días,
que cobro,
pero no importa,
de alguna manera
me la voy a arreglar.
Vengo a casa del trabajo
y con media cebolla,
un puñado de carne picada
y medio tomate,
poniendo bien las especias,
poniendo las especias de forma justa
y creativa,
la polenta es una delicia.
O con un poco de cebolla rehogada nomás
y tres dados de queso
la polenta no será tanto como una delicia,
pero con un libro bueno
y un té frío
de mi planta
de cedrón
la paso bien y estoy contento.
Es mejor con carne
picada,
que además le puedo
a mi gato
convidar un poco.
Y especias: justas
y creativas.
Después sin plata
soy muy de estar en silencio,
meditar, hacer yoga, leer.
Porque la música
fuerte
me da ganas de tomar cerveza
y la música
linda
me da ganas de tomar vino
y el vino me da ganas de comer carne
y la música
electrónica que pongo
para limpiar la casa o para leer
ron o fernet.
Así que mejor leo un libro
sentado en el piso y en silencio
tomando té frío
de inca yuyo
o salgo a correr
y después hago
cebolla
ajo
tomate
lentejas
papa
y muy poquita
carne barata,
un pedazo de roast beef
cortado en dados,
que le doy unos pedacitos
a mi gato
Boris.
Y así pasa un día,
y pasan dos días
y yo estoy tranquilo
y callado la boca
y de golpe un día
pasaron diez días
y ya puedo otra vez
salir a divertirme
con desconocidos
y desconocidas.


Solamente soy pasto Solamente soy pasto que intenta crecer todo junto y a la misma velocidad, no dar mucho trabajo cuando alguien veng...